Definición: Espejismo: Fenómeno óptico que consiste principalmente en la percepción de objetos alejados en forma de imágenes estables o temblorosas, simples o múltiples, derechas o invertidas, agrandadas o reducidas en sentido vertical.
Los objetos que se ven en un espejismo en ocasiones aparecen en un ángulo sobre el horizonte distinto de donde están realmente. La diferencia puede llegar a alcanzar los 10°. Los objetos situados por debajo del horizonte u ocultos por montañas pueden tornarse visibles (“apariciones”) y los objetos que son visibles en circunstancias normales pueden desaparecer durante un espejismo.
Los espejismos se deben a la curvatura de los rayos de luz que pasan a través de las capas de aire, cuyos índices de refracción son variables debido a las diferencias de temperatura y, por consiguiente, de densidad. Por lo tanto, generalmente se observan cuando la temperatura de la superficie de la Tierra difiere notablemente de la del aire situado encima.
Un espejismo puede presentarse como un espejismo inferior sobre superficies de agua, suelos, playas, carreteras, etc. calentadas intensamente, o como un espejismo superior sobre campos nevados, la superficie fría del mar, etc.
El espejismo inferior más habitual es el que se observa sobre la superficie caliente de una carretera o de un desierto, con la apariencia de una zona de agua en la superficie. Está causado por la refracción de la luz procedente del cielo despejado en dirección ascendente y hacia el observador. En un espejismo inferior, la imagen de los objetos alejados está desplazada hacia abajo: por ejemplo, la luz del cielo aparece como si fuera agua en el suelo. Una desviación importante de la luz puede crear numerosas imágenes derechas e invertidas.
Los espejismos superiores se observan sobre superficies planas, cuya temperatura es significativamente menor a la del aire situado por encima de ellas. En este caso, la luz de los objetos se desvía hacia abajo y hacia el observador, lo que da la impresión de que los objetos alejados están más altos de lo que realmente están.
Una Fata Morgana es un espejismo superior muy complejo que suele observarse en las regiones polares y se crea debido a un perfil de densidad poco habitual en el que la distorsión horizontal y vertical, la inversión y la elevación de los objetos se produce en patrones cambiantes. Un ejemplo muy conocido de Fata Morgana que no tiene lugar en las regiones polares es la que puede observarse en las montañas de Sicilia cuando se observan a lo lejos desde las aguas frías del estrecho de Mesina.
Un espejismo de objetos astronómicos, como el sol y la luna o, en ocasiones, planetas, estrellas brillantes y cometas brillantes, puede generar imágenes del objeto distorsionadas o múltiples. Los espejismos de este tipo que se observan con más frecuencia son los que se producen durante la puesta y la salida del sol.
En circunstancias en las que una capa de aire cálido ubicada a nivel superficial, normalmente sobre el mar, entra en contacto con el aire frío que la cubre, puede formarse un espejismo inferior. A medida que el sol desciende hacia el horizonte, un espejismo de sol (invertido) se eleva y, finalmente, ambos se unen en forma de “omega” (la letra griega). Este fenómeno también se conoce como “jarrón etrusco”.
Cuando una masa de aire cálido cubre una superficie de aire más frío, puede aparecer un espejismo falso si el observador está situado por encima de la inversión. En presencia de múltiples inversiones pueden generarse imágenes del sol considerablemente distorsionadas.
El efecto Nueva Zembla es la visión prematura del sol al final de una noche de invierno polar. Está causado por la fuerte refracción de la luz solar a través de una inversión de la temperatura a gran escala con una termoclina muy marcada (conducción óptica). La luz se extiende ampliamente a lo largo de la curvatura de la Tierra, y un sol distorsionado, con forma cuadrada o en una o varias líneas, se hace visible sobre el horizonte cuando realmente el sol aún está situado por debajo del horizonte.