Las nubes están en un proceso continuo de evolución y presentan una infinita variedad de formas. Con todo, existe un número limitado de formas características que se observan con frecuencia a escala mundial, lo que permite agrupar las nubes en un sistema general de clasificación. Esta clasificación se divide en géneros, especies y variedades. Es un sistema similar a los que se emplean en la clasificación de plantas o animales, y, como en estos casos, se utilizan nombres en latín.
Existen algunas formas de nubes intermedias o de transición que, si bien aparecen con bastante frecuencia, no se describen en el sistema de clasificación. Las formas de transición revisten poco interés; son menos estables y su apariencia no es muy diferente de la que se describe en las definiciones de las formas características.
Existen además otras dos clasificaciones de nubes: las nubes especiales y las nubes de las capas superiores de la atmósfera. Estas nubes suelen observarse rara vez u ocasionalmente y, en algunos casos, únicamente en determinadas partes del planeta.