Por convención, la dirección del movimiento de una nube es aquella desde la cual se mueve la nube; por ejemplo, si una nube se desplaza del suroeste al noreste, la dirección registrada del movimiento es "suroeste". La velocidad de una nube es la velocidad de su movimiento horizontal.
Al observar el cielo se debe registrar la dirección y, siempre que sea posible, la velocidad del movimiento de las nubes o de sus elementos macroscópicos. En la mayoría de los casos, la observación de la dirección y la velocidad de la nube permite realizar una buena estimación de la dirección y velocidad del viento a nivel de la nube. Sin embargo, cabe destacar que el movimiento de una nube en su conjunto puede ser muy distinto del de sus elementos macroscópicos, en particular en el caso de las nubes orográficas. Cuando se observa una diferencia como esta, se debe registrar.