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Aurora polar

(Sección 3.2.4.3)

Definición: Aurora polar: Fenómeno luminoso que aparece en las capas superiores de la atmósfera en forma de arcos, bandas, draperies o cortinas.

P.14.3

La actividad auroral es el resultado de la interacción entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra. El viento solar tiende a ser más fuerte en momentos cercanos a la máxima actividad solar, que se produce en ciclos de entre 10 y 12 años. Durante la fase creciente del ciclo solar, las manchas solares indican las zonas de actividad magnética solar asociada con erupciones solares atmosféricas y eyecciones de masa coronal. Durante la disminución posterior al máximo solar, la mayor velocidad del viento solar a menudo se asocia con los agujeros coronales que permiten que partículas cargadas escapen por las líneas abiertas del campo magnético.

Las auroras polares se deben a la presencia de partículas cargadas eléctricamente y eyectadas desde el sol (el viento solar), que actúan sobre los gases enrarecidos de las capas superiores de la atmósfera. El campo magnético de la Tierra canaliza las partículas, principalmente electrones y protones, que colisionan con los átomos y moléculas de los gases de las capas superiores de la atmósfera (termosfera y exosfera). Esas colisiones provocan que los electrones de los átomos de nitrógeno y de oxígeno asciendan temporalmente a un estado energético superior, “excitado”. Al recuperarse los niveles de energía normales, se libera energía que se emite en forma de fotones de luz con distintas longitudes de onda. Las auroras polares se observan principalmente en arcos próximos a los polos magnéticos (los óvalos aurorales).

Las eyecciones de masa coronal o erupciones solares atmosféricas pueden intensificar el viento solar y alcanzar la magnetosfera de la Tierra, lo cual puede desencadenar una tormenta geomagnética. Durante estos fenómenos, el óvalo auroral se ensancha temporalmente, lo que permite percibir auroras desde latitudes más bajas. En el hemisferio norte, la aurora se denomina “aurora boreal” o resplandor del norte, mientras que en el hemisferio sur, la aurora recibe la denominación de “aurora austral” o resplandor del sur. La mayor parte de las veces, la luz auroral se produce a alturas entre 90 km y 150 km, si bien puede aparecer a alturas tan bajas como de 60 km y, ocasionalmente, tan elevadas como de 1 000 km o incluso superiores.

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