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Notas explicativas

(Sección 2.3.3.8)

Un Cirrostratus que no cubre completamente el cielo suele presentar un borde irregular rodeado por un Cirrus, o, en raras ocasiones, puede tener bordes rectos y bien definidos.

El grosor del Cirrostratus nunca es suficiente para impedir que los objetos situados sobre la superficie proyecten sombras, al menos cuando el Sol está alto sobre el horizonte. Cuando el Sol está bajo (menos de 30 grados aproximadamente) el recorrido de la luz hasta un velo de Cirrostratus es relativamente más largo y puede reducir tanto la intensidad de la luz que se eliminen las sombras.

Las observaciones acerca de los colores del Cirrus son, en gran medida, también válidas para el Cirrostratus.

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