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Niebla respecto de neblina

(Sección 3.2.1.1.1)

El término “niebla” se utiliza cuando las gotitas microscópicas reducen la visibilidad horizontal en la superficie de la Tierra a menos de 1 km, mientras que “neblina” se utiliza cuando las gotitas no reducen la visibilidad horizontal a menos de 1 km. En la práctica, neblina se considera un sinónimo de “niebla ligera”. El uso del término esmog (combinación de los términos en inglés smoke y fog) está ampliamente extendido para referirse a las condiciones en las que concurren la niebla y la elevada contaminación del aire y se producen reacciones químicas entre las gotitas de niebla y los distintos contaminantes.

La reducción de la visibilidad depende de la estructura de la niebla, y especialmente de la densidad numérica y la distribución del tamaño de las gotitas de agua. Esta estructura puede variar en gran medida en el tiempo y el espacio. Cuando hay niebla, normalmente la sensación es de aire húmedo o mojado. Las gotitas de niebla individuales, cuando están iluminadas, a menudo son visibles a simple vista y se encuentran en movimiento de manera algo turbulenta.

La niebla forma un velo blanquecino que cubre el paisaje, mientras que la neblina normalmente consiste en un velo delgado y grisáceo. La niebla mezclada con polvo o humo puede adoptar una coloración tenue.

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