La “niebla engelante” se produce a temperaturas por debajo de 0 °C cuando las gotitas de niebla subfundida se congelan al entrar en contacto con el suelo u otros objetos para formar cencellada blanca. En la observación y predicción del tiempo para la aviación, cualquier tipo de niebla que consista predominantemente en gotitas de agua a temperaturas por debajo de 0 °C se considera niebla engelante, independientemente de que se deposite cencellada blanca o no.
A temperaturas por debajo de –10 °C, puede formarse niebla compuesta de cristales de hielo, debido normalmente a la congelación de las gotitas. Igual que el polvo de diamante, esa congelación da lugar a fenómenos ópticos.
La niebla puede formarse en diversas situaciones meteorológicas, pero en todo caso es el resultado de la saturación del aire. En función de su mecanismo de formación, la niebla puede definirse con los términos siguientes.