Los meteoros que no son nubes, pero están asociados con ellas, deben identificarse basándose principalmente en las definiciones y descripciones y en su comparación con imágenes de referencia. Deben siempre registrarse junto con las nubes a las que están asociados, dado que a menudo proveen información importante acerca de los procesos físicos que ocurren en las nubes. Su presencia podría incluso ser decisiva para identificar determinados géneros de nubes.