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Constitución física

(Sección 2.3.1.7)

Las nubes Cirrus están compuestas casi exclusivamente de cristales de hielo. Estos cristales son por lo general muy pequeños, un hecho que, junto con su distribución dispersa, explica la transparencia de la mayoría de las nubes Cirrus.

Los parches de Cirrus densos o los Cirrus en penachos pueden contener cristales de hielo cuyo tamaño es suficiente para adquirir una velocidad límite de caída apreciable. De la base del Cirrus caen estelas de extensión vertical considerable.

No muy frecuentemente, los cristales de hielo de las estelas se funden en pequeñas gotitas de agua; en este caso las estelas son grisáceas, en contraste con su habitual apariencia blanca. Es posible que se forme un arco iris.

Las estelas se curvan irregularmente o se inclinan como resultado de la cizalladura del viento y las diferencias en el tamaño de las partículas que las constituyen; por consiguiente, los filamentos de Cirrus próximos al horizonte no aparecen paralelos a este.

Pueden presentarse fenómenos de halo; los halos circulares casi nunca muestran un anillo completo debido a la delgadez de las nubes Cirrus.

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