En el interior de las nubes o alrededor de ellas pueden producirse corrientes verticales (ascendentes y descendentes). Las sacudidas sucesivas que se sienten en una aeronave cuando se desplaza de una corriente de este tipo a otra constituyen lo que los aviadores denominan “turbulencia”. La gravedad de esta turbulencia depende de la velocidad y las dimensiones de las corrientes verticales, así como de las características de la aeronave.